Ana Rosa Pérez Lemus*
La justicia es representada alegóricamente por la Dama de la Justicia, una mujer con los ojos vendados sosteniendo una balanza en una mano y una espada, se inspiró en la diosa griega Temis que significa orden. Es conocida como la diosa de las profecías, de los juramentos y de la ley divina; también era conocida por ser la diosa que imponía el orden en el mundo natural y por ende asociada a las estaciones del año en este sentido; una de las premisas clave para las mujeres es no sólo hablar de justicia y de los derechos de las mujeres que son una parte fundamental, sino vivir y sentir la justicia cada día, ya que como feministas nos encaminamos a visibilizar las desigualdades que se han sufrido por décadas, y que para las mujeres es una tarea históricamente pendiente, tanto para las que han sido víctimas de la violencia política, las migrantes, las afrodescendientes, las indígenas, las marginadas, en donde las diferentes violencias se viven cotidianamente, que se siguen arrastrando, y que erradicarlas son causa fundamental de la lucha de las mujeres, y uno de los motores del movimiento feminista.
Estamos convencidas de que para lograr tener un acceso real a la justicia es indispensable escuchar las voces de todas y hacer énfasis en la exigencia, validar las experiencias, empaparse de la historia de la lucha de las mujeres, conocer el impacto directo que han causado las desigualdades para posteriormente proponer soluciones, implementar objetivos, resoluciones, premisas que se debatan, discutan, analicen, etc., y sobre todo el impacto real de garantía en la vida de cada mujer en referencia a la interseccionalidad de cada una. En este momento estelar tan importante como lo es la Cuarta Transformación, estamos respondiendo a una situación de emergencia para las mujeres, estamos trabajando en proyectos a corto y largo plazo con comunidades, colectivos, grupos, en campañas para lograr un cambio duradero, con la idea clara de que combatimos la desigualdad y la discriminación arraigadas que mantienen a las mujeres sumidas en la injusticia, destinadas a un techo de cristal, o suelo pegajoso muy resistente, en este sentido existe la incógnita sobre si la pobreza será una característica de la negativa al acceso de las mujeres a la justicia. A lo largo de los años ha sido consagrado y establecido como un desafío prioritario en los sistemas de protección de los derechos humanos a nivel regional e internacional la promulgación de instrumentos internacionales de derechos humanos que protegen el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia lo cual refleja, un consenso y reconocimiento por parte de los Estados sobre el trato discriminatorio tradicionalmente recibido por las mujeres en sus sociedades. Se ha enfatizado en proteger los derechos de las mujeres, pero ¿qué es la justicia para las mujeres?
Etimológicamente la palabra justicia es nombre femenino (del latín justita, que, a su vez; viene de ius —derecho— y significa en su acepción propia «lo justo») (1, 2) y la definición más simple es: “Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde” (RAE). El concepto de justicia puede explicarse desde diversos puntos de vista: el ético, moral, como virtud, filosófico, religioso, del derecho y varios más. Pero el que nos atañe e importa es el concepto que implica una dimensión crítica de la protección social del Estado, el acceso a los servicios públicos y la infraestructura sostenible para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Diariamente en todos los países del mundo las mujeres se enfrentan a situaciones de miedo, violencia, abusos y un trato desigual tanto en su hogar, como en su entorno de trabajo y sus comunidades solo por el hecho de ser mujeres, también se les niegan oportunidades para aprender, obtener ingresos, hacer oír su voz y liderear. La mayor parte de las personas en el mundo que viven en situación de pobreza son mujeres, y en comparación con los hombres tienen menos acceso a los recursos, al poder, herencias, oportunidades, salario bien remunerado y experimentan una mayor desigualdad; aunado a la clase social, etnia, edad, creencias religiosas, interseccionalidad. Entonces la justicia ya se contaminó de desigualdad, discriminación y machismo, las mujeres ya no entramos en esa definición simple.
La desigualdad de género es un factor clave para definir un acceso a la justicia para las mujeres cuando la pobreza menoscaba gravemente sus derechos.
Pero, ¿qué entendemos cuando se dice que se necesita una justicia de género para erradicar la pobreza? Recordemos algunos datos3: las mujeres tan sólo ocupan el 24% de los escaños de poder político a nivel mundial; el salario de las mujeres es 24% inferior al de los hombres y en ocasiones hasta por el mismo tipo de trabajo, casi dos terceras partes de la población mundial son mujeres analfabetas y sin acceso a la educación en 153 países las leyes discriminan a las mujeres económica y socialmente, y que una de cada tres mujeres en algún momento de su vida ha sufrido algún tipo de violencia machista.
Dentro de la búsqueda de la justicia de género para vencer la pobreza, encontramos que es muy anhelada y es el centro de la lucha de las mujeres; se considera que debe construirse como resultado de la igualdad y equidad total entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida, pero que debe contener, tener como pilar fundamental definir y contribuir al diseño de políticas estructurales plasmadas en decisiones que apunten directamente las vidas de las mujeres y a la sociedad en su conjunto.
En consecuencia es necesario mejorar la legislación y las políticas públicas, porque no es suficiente si queremos combatir la injusticia traducida en pobreza, y desigualdad, fundamentales para llegar a una justicia en femenino, es necesario transformar también las relaciones de género, así como las estructuras, narrativa, valores sociales que las determinan. Y es aquí donde se encamina la definición de la justicia como sujeta a principios morales, costumbres arraigadas o de herencia neoliberal, que desfiguran el concepto de justicia para las mujeres.
Actualmente las feministas somos más conscientes a la hora de enfatizar que uno de los factores principales para entender la justicia para las mujeres está en asumir el control con base en acciones colectivas; y que estas acciones son una fuerza poderosa para poner fin a la pobreza y llegar un poco más a la justicia.
Los derechos de las mujeres son el centro del trabajo para lograr la justicia, en tanto que la Cuarta Transformación que estamos construyendo ya es feminista porque se enfoca en un trabajo en proyectos con comunidades, grupos y colectivos, haciendo una campaña de toma de conciencia para lograr un cambio duradero. Tenemos como bandera de lucha el combatir la desigualdad y la discriminación arraigada que mantiene a las mujeres sumidas en la pobreza, a la injusticia se le debe estudiar para combatirla de forma eficaz y de raíz.
Cuando hablamos de justicia para las mujeres nos referimos a la lucha por la igualdad de oportunidades, a salarios justos y equitativos que permitan salir de la pobreza, es luchar para facilitar el acceso a los recursos tales como el agua, a la educación, salud, vivienda, etcétera, a la lucha por una mejor calidad de vida, respeto a los Derechos Humanos, disminución y erradicación de las violencias, vivir sin miedo, con atención psicológica, jurídica, es decir, una atención integral, un enfoque de género en los ámbitos, familiares, laborales, sociales, que concentren respuestas cuyunturales para decidir sobre el cuerpo de las mujeres, y que no se criminalice por abortar, que la Interrupción Legal del embarazo sea ley en todo México. Que las mujeres puedan alzar la voz en la lucha por acceder a los procesos de toma de decisiones, que se promueva su liderazgo y participación, se contrarreste y erradique la violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas ya que ellas continuarán esta lucha hacia la justicia.
Por otra parte, la justicia de género no sólo implica garantizar derechos fundamentales sino, garantizar los medios clave para lograr sociedades más justas, y que no quede la justicia en masculino. Apropiarse de esta idea de la justicia es para las mujeres, es una tarea fundamental para las mujeres de México.
* Habitante de la CDMX, Alcaldía Benito Juárez, Abogada Feminista egresada de la UNAM con especialidad en Derechos Humanos de las Mujeres
Notas:
1 Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española (23a ed.). Definición De Justicia.
2 Estilo ISO de citas bibliográficas. Colaboradores de Wikipedia. Redefinición de planeta de 2006 [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2010 “Justicia”.
3 Focuus 2030 Datos: https://worlds-women-2020-data-undesa.hub.arcgis.com/
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