Sobre las utopías

Natalia Eguiluz*

 

 

 En este artículo me interesa compartir una reflexión sobre las utopías en tanto feministas militantes de morena en el contexto del desarrollo de la Cuarta Transformación.

 El pasado 8 de marzo acudí a la marcha con compañeras de morena, y me pareció muy evidente la participación mayoritaria de mujeres jóvenes, hoy por hoy, el movimiento sin duda se caracteriza por ser convocante de la juventud; otra cuestión que me llamó la atención, fue la notoria presencia de contingentes de mujeres de clase media o media alta.

 La conformación de la multitudinaria marcha que en su mayoría recorría las calles y avenidas de forma pacífica también incluyó —como lo hemos visto de manera frecuente desde 2019— acciones directas por parte de pequeños grupos de encapuchadas que iban rompiendo y rayando lo que encontraban a su paso. En algún momento una de ellas, decidió treparse en un semáforo y romperlo a martillazos con fuerza, los pedazos saltaban por doquier, por lo que algunas decidimos alejarnos de ese lugar y desviar nuestro recorrido para caminar por la Alameda. Mientras ello acontecía, otras mujeres exclamaban en apoyo a quien destrozaba el semáforo ¡Esa morra sí me representa!

 Al llegar al Zócalo la escena que encontré fue la siguiente: vallas resguardando la catedral y Palacio Nacional, mujeres y algunos hombres encapuchados golpeándolas haciendo uso de cualquier objeto, incluso intentando prenderles fuego, a unos pasos de ahí, en la plancha del Zócalo, había grupos de mujeres, unos cuantos hombres y personas trans paradas formando un círculo encendiendo una fogata en el centro, para lo cual se valían de pedazos de cartón y periódicos; a un costado se podían ver varios círculos amplios conformados por mujeres jóvenes sentadas que comían su lunch, mismo que portaban en sus toperwear, mientras en el aire se veía y olía un poco a humo, así como a algún tipo de polvo —probablemente de extintor— que provocaba ardor en los ojos.

 Evidentemente por sus edades, la mayor parte de quienes estaban presentes, no vivieron la lucha que desde la izquierda se ha gestado contra el neoliberalismo y el autoritarismo de los gobiernos del prian, y la larga travesía que implicó lograr que López Obrador sea presidente de México.

 Es importante mencionar que pese al ruido ambiental en la plancha del Zócalo, destacó el silencio del discurso: no había templete, megáfonos o un sonido en el que algunas mujeres organizadas dieran un discurso, tampoco un micrófono abierto para quien quisiera utilizarlo. No hay o no quieren que exista, un discurso pronunciado en el Zócalo, solo hay presencia, movimiento expresivo, y en su actuar en resistencia, se evidencia la diversidad de posiciones, y el hecho de que aún ante estas, es necesario reunirse, estar.

 Por otra parte, la exigencia del alto a la violencia contra las mujeres es una de las demandas más sentidas y compartidas. Sin embargo no había un pliego petitorio ni ningún tipo de pronunciamiento. Las demandas se enarbolaban a través de los breves cánticos, las consignas, los escritos en algunas mantas o cartulinas, quizás en pañuelos bordados.

 Sabemos que el movimiento feminista nunca ha sido unitario, y no toda mujer que se diga feminista tendrá la misma idea de qué es el feminismo, pero considero que hoy día valdría mucho la pena dialogar sobre qué entendemos por feminismo y qué caminos nos gustaría recorrer en el proceso de la Cuarta Transformación. Sin duda, hay visiones muy opuestas que están en el seno de los feminismos reunidos en la plaza.

 Y justamente por ello, considero relevante que nosotras, en tanto mujeres militantes de morena la analicemos, indaguemos cuál es nuestra postura. Tomando en cuenta que muchas compañeras y compañeros de nuestro movimiento han llegado a espacios de representación popular y están impulsando reformas con respecto a las mujeres, los cuerpos, las sexualidades. Es importante mirar hacia adentro y hacia afuera, para dilucidar ¿cuál es la utopia que en ese tenor nos impulsa a caminar, cuál es nuestro horizonte?

 Porque nuestro partido-movimiento tiene mucha claridad en cuanto al proyecto político de transformación y su objetivo antineoliberal, la lucha por la soberanía política, alimentaria, energética, económica, la construcción de una Estado de bienestar que ponga en el centro a las mayorías empobrecidas y violentadas por los gobiernos neoliberales, pero ¿qué significa la 4T en materia de derechos sexuales y reproductivos, en los cuerpos de las mujeres?

 En nuestra agenda está el derecho a la interrupción legal del embarazo; en estos cuatro años hemos avanzado como nunca antes en la materia, pero aún nos cuesta trabajo que varios y varias de nuestros representantes comprendan la necesidad de aprobar en todos los estados este derecho; aún así la reivindicación sin duda está incluida en nuestra agenda.

 Sin embargo, a veces no queda tan claro cuál es la postura de nuestro partido con respecto a los vientres de alquiler, por ejemplo, o vemos posiciones antagónicas de las y los representantes populares y su uso del término prostitución y trabajo sexual, con las abismales diferencias que implica utilizar uno u otro, y su traducción e impacto en leyes y políticas públicas.

 Es tal la diversidad de posturas al interior del partido sobre estas problemáticas, que quizás no se logre llegar a un consenso, pero sin duda sería importante discutirlas abierta y seriamente. No obstante, hay otros temas en los que sí encontramos mayores convergencias como es el caso del sistema nacional de cuidados, el cual debemos impulsar con mayor fuerza.

 El derecho al cuidado debe ser una prioridad para los gobiernos emanados de morena y hay indicios de su puesta en marcha; por ejemplo, en el Ciudad de México donde incluso ya está reconocido el derecho al cuidado en la Constitución. En particular me interesa remitirme al gobierno de Clara Brugada en Iztapalapa y las Utopías, un proyecto extraordinario de urbanismo social con un nombre simbólicamente muy poderoso.

 En concreteo, las utopías son centros integrales que responden a un proyecto de transformación social profunda. Implican una política cultural de uso, apropiación y aprovechamiento del espacio público para el disfrute de las mayorías. Sitios dignos y sustentables, a favor del ejercicio de derechos y la creación de comunidad, en donde hay áreas verdes, huertos urbanos, actividades deportivas, culturales, artísticas y sociales gratuitas. Además en estos espacios se socializa el trabajo doméstico y de cuidados, con espacios como la Casa de día para personas adultas mayores, la Casa para la atención a las mujeres, la Casa de atención a emociones y adicciones y la Casa de rehabilitación; asimismo en algunas hay comedores, y lavanderías populares en las que por un peso se puede echar una carga de ropa.

 En estos espacios hay una propuesta muy clara de transformación integral desde la izquierda con mirada feminista que interrelaciona cuidado, cultura y medio ambiente, para ir haciendo realidad el derecho a la vida digna para la población en general, pero sobre todo para las mayorías empobrecidas. Asimismo amplía su derecho a crear utopías en el presente, a soñar, a tener esperanza desde la concreción de los pasos que vamos dando de manera colectiva.

 Por último, me gustaría mencionar que para transformar también hay que imaginar. Por ello pregunto, ¿Cuál es para ustedes, como mujeres de izquierda militantes de morena su utopía?

*Doctora en Ciencias políticas por la UNAM, maestra en Estudios de la mujer por la UAM-X, artista plástica feminista, obradorista, militante fundadora de morena.

Fuentes:

Alcaldía Iztapalapa, ¿Qué son las Utopías? Recuperado de:

https://www.culturaiztapalapa.com/cultura-en-utop%C3%ADas fecha de consulta: 23 de abril 2023.

Los comentarios están cerrados.

Un sitio web WordPress.com.

Subir ↑