En México: ¿Es tiempo de mujeres?

Natalia Eguiluz*

Doña Rosario, gráfica digital, Natalia Eguiluz, 2023.

A las mujeres nos han coartado los derechos a lo largo de la historia en distintas áreas de la vida, y por supuesto, en relación a la capacidad de decidir sobre los asuntos públicos utilizando argumentos de índole sexista, y a veces, francamente misóginos basados en discursos de tipo biologicista que buscan naturalizar las desigualdades sociales entre hombres y mujeres. Ya decía Angela Davis, hace varias décadas, que a final de cuentas “el feminismo es la idea radical que sostiene que las mujeres somos personas” es decir, con todas las capacidades intelectuales y afectivas que implica un ser humano, pero aunque nos parezca obvio que lo somos, no fue reconocido así durante mucho tiempo, y esa lucha ha sido muy larga.

 En una sociedad y cultura patriarcal tener un cuerpo sexuado femenino ha significado  desigualdad social, por lo que me pregunto cuando afirmamos que hoy en día es “Tiempo de mujeres” ¿en qué pensamos?

 Personalmente,  a lo que me remite esta expresión es a pensar en la desigualdad social que ha significado que durante siglos las mujeres no pudieran ejercer cargos públicos, pienso en los roles y estereotipos de género, también en la fuerza que ha tenido el feminismo en los últimos años, en los avances que en México se han logrado en la 4T para la ampliación de la participación política de las mujeres y la posibilidad de ejercer cargos que nunca antes habían sido ocupados por ellas, asimismo pienso en las ideas que sostienen que las mujeres, tras haber estado excluidas durante tanto tiempo de la toma de decisiones públicas, tienen una conciencia y forma distinta de ejercer el poder; más empática con la situación de las mujeres, y en general, con los sectores históricamente oprimidos.

Pero la realidad es que esta conciencia no se da en automático, pensar que las mujeres por el hecho de serlo, tendrían otra conciencia del poder, no es así, y como muestra podemos mirar el caso de Margaret Thatcher, conocida como “La Dama de hierro” quien fue una impulsora recalcitrante del neoliberalismo en el mundo, mismo que ha traído tanto sufrimiento y desigualdad para la inmensa mayoría de la población, por lo que podemos afirmar que la consciencia crítica ante los sistemas de explotación y opresión que producen desigualdad y violencia no se da de manera sencilla, ni mucho menos en automático.

 Al respecto, es importante recordar que cuando hablamos de patriarcado nos referimos a un sistema que produce relaciones de poder jerárquicas, y que también conforma subjetividades tanto en hombres como en mujeres, así como en las personas que se conciben como no binarias o que luchan por la diversidad sexo-genérica.

 Viéndolo así, sin duda la situación es más compleja de lo que imaginamos, pero a estas alturas de la historia se ha visibilizado y denunciado que durante muchos siglos ser mujer ha significado la prohibición o negación de hacer esto o lo otro, desde poder decidir sobre nuestro propio cuerpo, o ir a la escuela, hasta votar y ser votadas, sin importar que siempre hemos sido la mitad o un poco más de la población.

 Esta injusticia de la humanidad toda, ha conllevado a una lucha amplia en diversos niveles y con diferentes enfoques, pero todavía al día de hoy se pregunta la opinión pública ¿México está preparado para que una mujer sea presidenta? Y algunas personas elucubran cuestionamientos sobre ¿por qué se hace esta pregunta? y la respuesta creo que es fácil: desde que México es un país independiente en toda su historia, nunca ha existido una mujer presidenta y sólo 16 mujeres han sido gobernadoras; asimismo es un país en el que el 70% de las mujeres mayores de 15 años ha manifestado haber sufrido algún tipo de violencia de género, según datos del INEGI, 2021, y recordemos que la violencia es el nervio expuesto de las desigualdades estructurales que genera un sistema.

 La primera mujer en postularse como candidata a la presidencia de México fue Doña Rosario Ibarra de Piedra en el año 1982. Doña Rosario fue una mujer que ha sido ejemplo de lucha frente al autoritarismo y el terrorismo de Estado aplicado por los gobiernos prianistas, hoy la lucha de mujeres como ella, que no repararon en posicionarse contra la injusticia y frente a quienes usaron el miedo, la represión y la violencia como formas de control, nos dejan una huella indeleble para saber hacia dónde mirar, hacia dónde avanzar para lograr la continuidad y profundización de la 4T.

 Y creo que ese camino es el de la congruencia política, la cual se percibe no sólo por los discursos, porque de demagogia está inundado el mundo, sino por lo actos. Más alláá de si se es mujer, lo importante es la congruencia con el proyecto de transformación por el que hemos luchado tantas personas en el presente y el pasado. Por otro lado, es de reconocer y celebrar que hoy en nuestro movimiento hay mujeres que pueden encabezar el proyecto de transformación de izquierda, en los distintos órdenes de gobierno, imponiéndose al prejuicio sexista y machista a través de las acciones que las han configurado como referentes de lucha.

 Sin duda, nadie suplantará el liderazgo de López Obrador, ese nivel de congruencia, claridad y capacidad de síntesis de las demandas y sentires de un pueblo agraviado durante tantos años nunca se remplazará, pero se debe continuar, y tendrá que haber alguien que represente desde las instituciones el esfuerzo y la decisión del pueblo de vivir en un país más justo, soberano e igualitario, en ese sentido, no nos queda más que analizar y guiarnos por las acciones, los posicionamientos y avances logrados  por las personas que aspiran a hacerlo.

 Me pregunto nuevamente ¿Es tiempo de mujeres? Si, y también la derecha lo sabe, e incluso está intentando manipular a través de colocar a una mujer como su posible candidata para absorber a las y los ingenuos y suavizar la imagen de su nefasto proyecto político corrupto, de saqueo y violencia neoliberal, clasista, racista y sexista, mismo que generó la profundización del empobrecimiento de la inmensa mayoría de la población, y afectó especialmente a las mujeres pues incrementó la explotación y las dobles o triples jornadas laborales, así como las distintas formas de violencia en su contra.

El colocar a mujeres como imagen para manipular a la opinión pública, no es una novedad, la derecha en América Latina ha puesto a mujeres en sus regresos neofascistas, lo vimos en 2019 después del golpe de Estado en Bolivia contra Evo Morales, y la imposición de Jeanine Áñez, un claro ejemplo de cómo el ascenso de la derecha por la vía golpista consagró a una mujer como presidenta, o podemos recordar el caso de Perú, después del momento más álgido de la crisis política en ese país cuando el poder legislativo destituyó al presidente Pedro Castillo y lo encarcelan, asumió la presidencia Dilma Boluarte, ambas impulsando la agenda de la derecha y reprimiendo brutalmente al pueblo, incluyendo a las mujeres.

 Esta distracción y estrategia de la derecha al utilizar la imagen de mujeres para maquillar la imposición de su proyecto de saqueo, nos coloca como feministas de izquierda obradoristas que apoyamos la cuarta transformación en una coyuntura de gran importancia, ante la cual debemos estar bien atentas en México.

 Tengamos presente que las mujeres no sólo somos mujeres y punto, defendemos posturas políticas distintas y estamos atravesadas por las desigualdades no nada más por cuestión de género, sino también de clase. Mujeres de derecha y de izquierda han existido siempre.

 Fortalezcamos el proyecto político de izquierda, y tengamos bien abiertos los ojos, la conciencia frente al reto que se avecina, el futuro está en juego.

¡Viva la 4T!

 

*Doctora en Ciencias políticas por la UNAM, maestra en Estudios de la mujer por la UAM-X, artista plástica feminista, obradorista, militante fundadora de morena.

Referencias:

INEGI, Endireh (2021), Violencia contra las mujeres en México, recuperado de: https://www.inegi.org.mx/tablerosestadisticos/vcmm/#:~:text=En%202021%2C%20a%20nivel%20nacional,lo%20largo%20de%20su%20vida. Fecha de consulta 7 julio 2023.

Los comentarios están cerrados.

Un sitio web WordPress.com.

Subir ↑