Natalia Eguiluz*

El 8 de marzo es una fecha que nos sirve para rememorar las luchas de las mujeres por la igualdad social y el ejercicio de sus derechos, hacer un corte y mirar cómo vamos en esa ardua tarea.
Considero que siempre es bueno hacer memoria sobre el origen de este día que nació de la lucha de mujeres obreras articuladas en movimientos y partidos de corte socialista.
A finales del siglo XIX y principios del XX estaba muy activa la lucha de las sufragistas pero también había grandes movimientos de obreras, sobre todo de la industria textil, demandando mejoras en las condiciones de trabajo, reducción de las jornadas laborales, salarios iguales y la prohibición del trabajo infantil, razón por la que las mujeres enfrentaban la represión e incluso en Nueva York, una fábrica fue incendiada por los patrones, y cientos de obreras murieron. En 1907 se funda la I Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Stuttgart, Alemania. Para 1909 el Partido Socialista de Estados Unidos celebra el primer día internacional de la mujer, en Nueva York. En 1910 en el marco de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, Dinamarca, Clara Zetkin, propone tomar la iniciativa de las socialistas estadounidenses e impulsar un Día internacional de la Mujer Trabajadora demandando mejores condiciones y el sufragio para las mujeres.1
En esos años el día fue conmemorado por las mujeres socialistas en distintos países en fechas diversas. Para 1917, las socialistas rusas organizaron el Día de la Mujer Trabajadora el 23 de febrero, fecha que en el calendario gregoriano corresponde al 8 de marzo, día en que estalló la gran huelga de las tejedoras y modistas de Petrogrado bajo la consigna “Pan y Paz”, la cual dio pie a una amplia manifestación. Las mujeres encenderían la llama de la revolución de octubre de 1917 que unos cuantos años más tarde, en 1922, dará como resultado la conformación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.2
Como señala la académica e investigadora argentina Paula Varela “las huelgas de mujeres trabajadoras (asalariadas y no asalariadas) acompañan al movimiento feminista desde su mismo surgimiento expresando, entre otras cosas, la articulación (no exenta de tensiones) entre feminismo y movimiento obrero, entre demandas de género y demandas de clase.”3
En 1977 la ONU instaura el Día Internacional de la Mujer, pero curiosamente en Estados Unidos tardó bastante en hacerse oficial, pues lo hizo hasta 1994. ¿Por qué? Seguramente porque su origen estaba relacionado a la luchas de mujeres obreras socialistas tanto en ese país como en Rusia. Y no es de extrañar que al pasar de los años se haya nublado su origen claramente de izquierda, en el que se interconectaron demandas de género y clase.
Por otro lado, es pertinente destacar que, en su momento, generalmente se pensaba que la clase trabajadora sólo remitía al sector obrero, pero debemos tener claro que todas aquellas personas que para subsistir dependen de su trabajo, somos parte de la clase trabajadora.
Hoy, en la coyuntura por la que atraviesa nuestro país, hay que sacar a la luz con mayor ahínco la memoria de las luchas de la izquierda en el mundo y en México. En ese sentido, valdría la pena visibilizar más a los movimientos de mujeres organizadas revolucionarias, indagar en las biografías de lideresas como Elvia Carrillo Puerto, quien luchó por la justicia social, por el derecho de las mujeres a la educación, a votar y ser votadas, por mejores condiciones de vida para las comerciantes, las obreras y las indígenas, porque todas las mujeres fueran reconocidas como personas con derechos plenos, y en esa lucha encabezada por las mujeres, si bien vale decir que también la solidaridad de los hombres es necesaria y sustantiva.
Asimismo, hay que recordar a las organizaciones feministas de los años setenta en México, y el protagonismo de las mujeres en el movimiento urbano popular en los años ochenta contra la carestía provocada por la implementación de políticas neoliberales y a favor de la democracia popular. Al respecto, hace unos meses empezó a circular en las redes sociales un fragmento de un video documental que lleva por título “Las mujeres y los movimientos sociales” en el que se habla de la conformación de la Coordinadora del movimiento urbano popular. El video muestra una entrevista a la entonces muy joven lideresa Clara Brugada, quien se preguntaba “¿Cuándo seremos las mujeres no sólo la columna, sino el cerebro en los movimientos?”, comentaba que, varias mujeres iniciaron la organización de mujeres al interior del movimiento urbano popular haciendo trabajo hormiga en las colonias, a partir de ello, en 1984 surgió la Regional de mujeres, cuyas luchas principales se enfocaban en tres ejes: 1. Defensa de la vida, contra la carestía, es decir, se plantearon desarrollar estrategias de sobrevivencia: acceso a la salud, la alimentación, etcétera. 2. Por la democracia. Clara Brugada, menciona que “una organización democrática debe tomar en cuenta a todos los sectores, no se vale que las mujeres sean las que están siempre haciendo bola, enfrentando en las colonias y que la dirección siempre sean los compañeros”,4 afirma que las mujeres realizaron todo un proceso de educación de hombres y mujeres sobre el papel de la mujer en la sociedad, y 3. La batalla contra la violencia hacia las mujeres.
Este fragmento del video que pueden encontrar en YouTube, lo traigo a colación para visibilizar cómo varias compañeras que integran nuestro movimiento han participado desde hace muchos años de manera comprometida en la lucha por la justicia social, la democracia y los derechos de las mujeres, y hoy tenemos el gusto de que nos representen con mucha dignidad y capacidad como es el caso de Clara Brugada en la Ciudad de México.
Las mujeres han sido parte fundamental de la historia, aunque muchas veces fueron silenciadas, no mencionadas en los libros y textos que narraban la historia de México, ante ello, me es pertinente recordar una de las frases emitidas por la Dra. Claudia Sheinbaum en un discurso que pronunció al develar las primeras esculturas del “Paseo de las heroínas” en Av. Reforma en el año 2021: “…las mujeres no somos, ni estamos detrás [,…] “Las mujeres luchamos, somos protagonistas de los cambios, las mujeres [también] somos forjadoras de la patria”.5
Como decía Salvador Allende: “la Historia es nuestra y la hacen los pueblos” y las mujeres somos por lo menos la mitad de cada pueblo.
Realicemos propuestas, organicémonos en cada colonia y barrio, defendamos el voto. Recordemos que “la derecha oprime y la izquierda libera” desde una visión humanista del mundo para alcanzar condiciones de vida digna para todas y todos.
¡Sigamos haciendo historia!
*Doctora en Ciencias políticas por la UNAM, maestra en Estudios de la mujer por la UAM-X, artista plástica feminista, obradorista, militante fundadora de morena.
Referencias:
1 ONU. (s.f.). Historia del día de la Mujer. Los primeros años clave en el movimiento, Recuperado de: https://www.un.org/es/observances/womens-day/background#:~:text=Finalmente%2C%20en%201975%2C%20coincidiendo%20con,de%20g%C3%A9nero%20de%20manera%20incansable. Fecha de consulta: 30 enero 2024.
2 González, Natalia. (2018). El origen socialista del 8 de marzo. Recuperado de: https://www.topia.com.ar/articulos/origen-socialista-del-8-marzo Fecha de consulta: 24 enero de 2024.
3 Varela, Paula. (2020) .“Paro Internacional de Mujeres: ¿Nueva tradición de lucha del movimiento feminista?”, en Conflicto Social, vol. 13, núm. 24, Universidad de Buenos Aires, pp. 132-161, recuperado de https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/CS/article/view/6254/5272. Fecha de consulta: 30 de enero de 2024.
4 Unión de Colonos de san Miguel Teotongo. (1995). Las mujeres y los movimientos sociales. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=UewD9Ko2BbM, Fecha de consulta: 29 enero 2024.
5 Gobierno de la Ciudad de México, (2021) Develación de 4 esculturas en el Paseo de las heroínas Recuperado de: https://fb.watch/pWfwUCbvQk/. Fecha de consulta: 28 de enero de 2024.











