Editorial

Las elecciones del próximo 2 de junio de 2024 serán históricas, porque como bien señalan nuestras compañeras Claudia Sheinbaum y Clara Brugada “Es tiempo de mujeres”. Estas elecciones también son históricas para el voto femenino si tomamos en cuenta que en las elecciones de 2018 las mujeres representábamos el 55.1% de los votantes y en el 2021 aumentó a 55.6%. Hoy en el padrón electoral las mujeres representan el 51.9 % de quienes podrán ejercer su voto en todo el territorio nacional. (INE, Estadísticas, Lista Nominal y Padrón Electoral, 2024).

La participación política de las mujeres feministas en la vida partidista y pública ha sido producto de una lucha permanente por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. La paridad de género ha ido incrementándose en todos los niveles de gobierno destacando: el legislativo federal, los congresos locales, las secretarías de estado y las gubernaturas, pero no hay que olvidar que la derecha asecha y los derechos conquistados pueden ser cuestionados y eliminados.

Es importante considerar que el 2 de junio de 2024 serán las elecciones más grandes en la historia de nuestro país, con un padrón electoral de 99 millones 754 mil 112 ciudadanos registrados, de los cuales 97 millones 782 mil 429 están inscritos en la lista nominal y cuentan con credencial para votar vigente (INE, Elecciones 2024). Están en juego la Presidencia de la República, 500 puestos en la Cámara de Diputados, 128 escaños en la Cámara de Senadores, 629 cargos a nivel federal y 19 mil 738 a nivel local; así como 9 gubernaturas y la jefatura de gobierno de la CDMX.

En 2024 la agenda feminista debe seguir profundizando en varios aspectos: 1. La brecha salarial, porque las mujeres obtienen salarios menores por el mismo trabajo. 2. La defensa de la vida y los derechos humanos de las mujeres, evitando los feminicidios y la violencia de género. 3. Interrupción voluntaria del embarazo, porque sabemos que el conservadurismo avanza en todo el mundo. Recientemente el aborto en los Estados Unidos volvió a ser ilegal y criminalizado en algunos estados.

Las compañeras Claudia Sheinbaum, en la jefatura de la Ciudad de México y Clara Brugada, en la Alcaldía Iztapalapa tuvieron avances importantes en la implementación de programas sociales y leyes para la protección de los derechos humanos de las mujeres. Asimismo, para construir el llamado segundo piso de la Cuarta Transformación plantean en su campaña electoral que el eje central será la defensa de los “derechos femeninos” porque por primera vez una mujer llegará a la presidencia

“Es tiempo de Mujeres”

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