1
En la calma profunda
el alma navega,
inamovible,
eterna.
2
El sol desciende cada día,
desaparece;
se hunde en el mar
y luego resucita.
3
La vida es así
y nada podemos hacer.
De la calma profunda
se pasa a la muerte inesperada.
4
Regresa la ausencia
cuando se hace memoria
bajo las gotas de luz
del medio día.
La vida, entonces,
despierta nuevamente.
5
Con esa música confusa,
la memoria,
nos decimos adiós,
nos abrazamos
“Nos vemos”.
Max Ortega
28 marzo 2024











