Martha Adriana Cota Sánchez
Decir adiós a Lissette colocando letras en la revista en morenas en voz alta es un homenaje a su militancia. A su compromiso con la organización política de las mujeres en los movimientos sociales. Al empeño cotidiano por la construcción de la plataforma filosófica, política y feminista dentro y fuera del partido morena para visibilizar el arduo proceso histórico de la lucha de las mujeres.
Al destacar esa inteligencia y capacidad organizativa y sorora de Lissette, mi deseo es dejar constancia del trazo amoroso de una mujer que se forjó en la batalla diaria encarando al monstruo patriarcal que vive al acecho de las magras ganancias de derechos y libertades.
Lissette ha sido la persona entrañable que una supone estará siempre para acudir a ella. Para iniciar un proyecto, para pensar en escribir en colectivo un libro, para una deliciosa tarde entre amigas y colegas. Extrañaremos su voz, su calidez, sus silencios y carcajadas bailando con sus rizos como guedejas rebeldes.
Decir hasta siempre a la amiga, a la colega, a la militante, a la madre, a la compañera, a la que aún era temprano para decir adiós.
¡Vuela alto querida Liss!












