Natalia Eguiluz*
En la elección de 2018, después de años de lucha y resistencia, logramos hacer valer la voluntad popular para empezar a construir un país más justo e igualitario. Nuestro pueblo está de pie, luchando contra el neoliberalismo y las injusticias que este modelo trajo durante más de 36 años.
El 1 de julio de 2018 fue histórico: ¡López Obrador se convirtió en presidente! Con su victoria, comenzó la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Finalmente, un gobierno del pueblo y para el pueblo cuyo lema es: “primero las y los pobres”.
Desde entonces, se han logrado muchas transformaciones, siendo la politización del pueblo una de las más fundamentales. En este proceso, “las mañaneras” han sido una piedra angular para contrarrestar la guerra sucia de la derecha a través de los medios de comunicación. Sin embargo, esto no habría sido tan contundente si las palabras no se respaldaran con hechos. La verdad es que nuestro querido presidente ha cumplido, y el Proyecto Alternativo de Nación ha demostrado, en gran medida, transformar para bien la realidad de millones de mexicanas y mexicanos.
Ahora, en 2024, las campañas para la elección de la presidencia, congresos y algunas gubernaturas presentan elementos realmente nuevos: por primera vez, las elecciones se llevarán a cabo con un gobierno de izquierda. A diferencia de todos los gobiernos anteriores, el Instituto Nacional Electoral no es afín al gobierno, y la mayoría de los medios de comunicación están en contra. Además, por primera vez en nuestro movimiento, López Obrador no estará en la boleta, y la candidata a la presidencia será una mujer: la Dra. Claudia Sheinbaum.
Debo decir que en otros procesos yo había participado de distintas formas, haciendo promoción y defensa del voto. Sin embargo, esta vez estuve completamente enfocada en las actividades de capacitación de miles de representantes de casilla y representantes generales, junto con mis compañeros y compañeras del Instituto Nacional de Formación Política. Ofrecimos charlas en varias colonias, a veces en casas, otras en salones o auditorios. También realizamos brigadas casa por casa, repartiendo material informativo sobre las propuestas de nuestras candidatas, porque, evidentemente, en nuestra ciudad apoyamos decidida- mente a Clara Brugada.
En las calles y plazas, la respuesta de la gente era, en su mayoría, de franco apoyo. Aunque de pronto encontrábamos alguna que otra persona crítica de AMLO, repitiendo los argumentos de la derecha que aparecen en la televisión, las redes y la radio, pero en general se percibía el respaldo del pueblo al presidente como a nuestras candidatas.
Durante la campaña, hubo quienes afirmaban que la derecha no tenía un proyecto claro y, por lo tanto, divagaba en contradicciones con su candidata, quien además resultaba ser incompetente.
Desde mi punto de vista, es importante precisar que la derecha sí tiene proyecto, y este consiste regresar al modelo neoliberal, continuar con sus políticas de corrupción, saqueo, despojo de derechos, represión, desigualdad y empobrecimiento de las mayorías, empoderando las ideas y prácticas clasistas, racistas y machistas.
La campaña de odio y desinformación lanzada por la derecha fue extensa, invirtiéndose millones de dólares para desprestigiar a López Obrador y a Claudia Sheinbaum. Además, en algunas calles de las colonias de la Ciudad de México, encontrábamos miles de volantes llenos de calumnias contra Clara Brugada. También vimos cómo en las alcaldías gobernadas por derecha se derribaban las lonas de las y los candidatos de Morena. Estas prácticas iban acompañadas de las declaraciones en los medios que afirmaban tener posibilidades de ganar, especialmente en la ciudad. Más adelante, sus opiniones eran reforzadas por encuestadoras pagadas, que intentaban engañar a aquellos que vivían en una burbuja e insistían en creer su propia mentira.
Pero en las calles se veía otra cosa: la gran mayoría estaba de acuerdo con la transformación, y el 2 de junio se expresó con contundencia. ¡Sigamos haciendo historia! La elección fue un referéndum sobre la continuidad de la Cuarta Transformación, y la respuesta fue arrasadora. El pueblo no se dejó engañar y votó por su derecho a vivir en condiciones de vida más justas.
Esta transformación liderada por nuestro presidente López Obrador también se ha construido con la participación decidida de las mujeres en las colonias, los barrios, los pueblos, las dirigencias del partido y los gobiernos. El segundo piso de la transformación lo lideran mujeres que vienen del movimiento: la Dra. Claudia Sheinbaum a nivel nacional y Clara Brugada en la Ciudad de México. Son mujeres que han luchado junto a nuestro presidente con congruencia, determinación y honestidad.
¡Y ganamos! Cuando pienso en la primera mujer presidenta, me vienen a la mente figuras como Elvia Carrillo Puerto, Hermila Galindo, Benita Galeana y Rosario Ibarra de Piedra. También pienso en todas las compa- ñeras que he conocido en el movimiento obradorista y en el partido a lo largo de aproximadamente 17 años de participación en esta lucha.
Durante la campaña, me emocionó enormemente ver a nuestra dirigenta de Mujeres Morena República, Lupita Juárez y a nuestra compañera y concejala Irma de la Cruz como integrantes del Gabinete de Mujeres1 de Clara Brugada, conformado por aproximadamente 20 mujeres de lucha y feministas.
Recuerdo el discurso de la Dra. Claudia el 2 de junio, cuando afirmó claramente: “No llego sola, ¡Llegamos todas!” En su discurso, recordó a las ancestras, a las luchadoras históricas conocidas y anónimas que han contribuido a transformar la realidad de nuestro país. Además, ganamos la ciudad, y con Clara Brugada, se- guirá siendo el corazón de la izquierda en México. También logramos el Plan C: una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, y en el Senado solo nos faltaron tres votos para alcanzar lo mismo.
Seguimos en esta lucha colectiva contra el neo- liberalismo, en la revolución de las conciencias por el poder del pueblo. Hoy, el pueblo se reconoce a sí mismo con el derecho a decidir su propio destino y a vivir una vida digna. Debemos organizarnos mejor en estos tiempos de mujeres de izquierda, en los cuales es crucial avanzar más que nunca para mejorar la situación de las mujeres en México, un reto significativo. Es el momento de construir con mayor ahínco redes de mujeres organizadas y comprometidas con el proyecto de transformación y con las numerosas demandas de justicia.
Nunca dejemos de reconocer ni de recordar a las mujeres del pueblo que luchan, que no se rinden y que, incluso en la adversidad de sus condiciones de vida, han contribuido a forjar este movimiento desde abajo. Este triunfo también es de ellas. ¡Viva la 4T!
*Doctora en Ciencias políticas por la UNAM, maestra en Estudios de la mujer por la UAM-X, artista plástica feminista, obradorista, militante fundadora de morena.
Referencia:
1 Rocío González Alvarado (8 marzo 2024) “Presenta Brugada gabinete y plan para una ciudad feminista” en La Jornada, recuperado de: https://www.jornada. com.mx/2024/03/08/capital/029n2cap Fecha de consulta: 2 julio 2024.
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